De sangre caliente y muy temperamental cuando percibe algún tipo de injusticia o algo relacionado con Faux, a quien detesta profundamente. No se sabe cuánto tiempo lleva cautivo por su culpa, pero eso sólo ha conseguido alimentar la ira que siente hacia él, no sólo por lo que le ha hecho a su amigo Zadok, sino por ser el instigador de la guerra que le arrebató la paz de la que disfrutaba con su familia en Plenium.

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En combate se vuelve un adversario temible, con movimientos de largo alcance gracias a la envergadura de su enorme martillo y a las ondas de impacto que produce cada vez que su arma choca contra cualquier superficie; tenacidad es la palabra que mejor define su estilo de lucha.

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Sin embargo, toda esa ferocidad expuesta en el campo de batalla parece esfumarse cuando mira a su hijo, por quien se le cae la baba; da la impresión de que sería totalmente incapaz de enfadarse con Ryu o, siquiera, regañarle por algo a pesar del poco tiempo que ha podido disfrutar de su compañía antes del inicio de la guerra.

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Dulak está más que dispuesto a exponer su propia vida si con ello consigue poner fin al conflicto, ve a Faux como un tirano sin escrúpulos cuya única aspiración en la vida es destruir la de los demás y utilizarles para sus propios fines sin importar lo que tenga que sacrificar para conseguirlos. Nunca se ha dejado llevar por su apariencia, sino por los actos que le han obligado a tener que separarse de su bebé para ponerle a salvo de tanta destrucción; la guerra le ha marcado amargamente.

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Sin embargo, en su actitud se ve reflejado que el mero hecho de poder proteger a su niño es suficiente incentivo para no hundirse ya que, según dijo, estaban perdiendo la batalla en Plenium y las cosas no pintaban especialmente bien. Pero si su esfuerzo significaba poder darle a Ryu un futuro, se dejaría la piel en el combate para conseguirlo.

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No es demasiado inteligente como para idear estrategias, pero se convierte en un eslabón útil a la hora de llevarlas a cabo y no se detiene hasta que la misión se ha cumplido. Da la impresión de ser un padre atento y muy cariñoso, y estaba dispuesto a ocultar su identidad para no preocupar a su hijo por el conflicto en el que está inmerso, pero su amor hacia él fue más fuerte y al final acabó delatándose con sus actos.